Cosas que no sabías sobre el sueño: En Siessta.es, somos expertos en descanso. Es por ello que hoy hemos querido traerte algunas cosas que quizás desconocías sobre el sueño. Y es que, dormir, se encuentra entre uno de los mayores placeres de la vida. Por eso, pasamos un tercio de nuestra vida haciéndolo. Sin embargo, no debemos olvidar que dormir no es un placer sin más sino que se trata de una necesidad.
¿Cuándo comenzamos a dormir?. Dormir no consiste en cerrar los ojos y ya está. Cuando los párpados comienzan a pesarnos y se nos cierran los ojos se considera el primer signo de la primera fase del sueño. Poco a poco vamos sintiendo una ensoñación, que desconectamos del mundo. Posteriormente, pasamos a la segunda fase. Aún tenemos una ligera conciencia que nos hace creer que estamos despiertos. Y es entonces cuando pasamos a la fase tres. Nos quedamos dormidos sin darnos cuenta.
El cerebro puede encoger si duermes mal. Un estudio de la Universidad de Oxford demostró que cuando el sueño es de mala calidad o se duerme poco, el volumen cerebral va disminuyendo. Las zonas principalmente afectadas son el lóbulo frontal, temporal y parietal. Estas están relacionadas con el lenguaje, el equilibrio o el tacto.
El sueño que pierden los padres durante el primer año de vida de su bebé. Los bebés recién nacidos tiene un ritmo del sueño corto que se llama ultradiano. Dura menos de 20 horas. Por eso, los bebés se despiertan a las pocas horas sin importar si es de día o de noche. El caso de los adultos es distinto, tenemos nuestro sueño vinculado con la luz solar, el ritmo circadiano, de 24 horas. Hasta que el bebé no cumpla el año no se adaptará al ritmo circadiano. Es debido a esta incompatibilidad de ritmos de sueño por el que los padres no logran descansar.
El cerebro se limpia durante la noche. Cuando dormimos se activa un sistema de limpieza que funciona como una red de tuberías y que los vasos sanguíneos del cerebro aprovechan para eliminar residuos. Este sistema es el glinfático.
Hablar en sueños. Es algo bastante común y se denomina «somniloquia». Cuando se producen las ensoñaciones no tenemos control absoluto sobre nuestro cuerpo. Esto se suele dar en la fase REM. No somos capaces de controlarnos y podemos hablar, reír, llorar hasta incluso orinarnos. Tenemos sueños relacionados con situaciones comunes o con el estado de nuestro cuerpo. Volar o soñar que nos pesan las piernas, son las alucinaciones más comunes debido a que estamos inmóviles en la cama.
Los turnos de noche no son nada beneficiosos. Varios estudios han señalado que los trabajadores que permanecen 15 años en un turno de noche, acortan su vida unos 5 años. Y es que este turno produce un gran desajuste con el ritmo circadiano natural de la persona. Hace que se sienta más fatigado, que sea más vulnerable a ciertas enfermedades y a envejecer más rápido.
Y por último, dormir poco engorda. Numerosos estudios demuestran que las personas que duermen menos de las horas de sueño recomendadas tienen bajos los niveles de la hormona de la saciedad, la leptina. Es por ello, que su sensación de hambre por el día es mucho mayor.
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